Martín Pittaluga


Martín Pittaluga, Guzmán Artagaveytia y Gustavo Barbero se asociaron para abrir La Huella, acordando primero con los propietarios del terreno e incorporando inmediatamente a Alejandro Morales como chef, a Florencia Courrèges como pastelera y enseguida a Sonia Martínez y a César Valdéz, la sommelier y el jefe de salón respectivamente, hoy encargados del restaurante. Este conjunto de personas totalmente diferentes en sus historias de vida, sus estilos y sus especialidades, formó un equipo creativo, talentoso y exigente que, día a día, produce, controla, inventa, renueva y sostiene La Huella, ya un clásico.